Esta Luna Nueva forma un gran trígono de Tierra con Plutón y Urano y oposición a Neptuno.

Es una Luna que nos trae a la Tierra, a atender lo material, lo práctico así como nuestro cuerpo y sus necesidades dejando nuestras ensoñaciones, películas mentales, idealismos utópicos para entender que lo sagrado, lo más espiritual y elevado está en nuestro presente y en nuestro cotidiano.

Tenemos la posibilidad de cambiar la realidad empezando por lo pequeño, tomando consciencia de todo acto que podemos realizar en las pequeñas cosas del día a día: es tiempo de revisar nuestros hábitos para ver lo que no está en sintonía con nuestro cuerpo y con el planeta dejando atrás todo lo tóxico, en los productos que usamos, alimentos, así como en palabras, hábitos, pensamientos.

La clave está en la escucha y en el respeto del cuerpo y de la tierra, en la comprensión de los ritmos naturales, los equilibrios de los ecosistemas, las leyes de la vida y de la muerte. Necesitamos dejar de explotar y de explotarnos, de contaminar y de contaminarnos a todos los niveles. El mundo material nos enseña que lo que está arriba está abajo y lo que está dentro está fuera. Lo que estamos haciendo con el planeta nos lo estamos haciendo de la misma forma a nosotros mismos así que el cambio viene de dentro hacia fuera.

Hemos estado demasiado tiempo disociados del cuerpo y del planeta, así que ahora toca habitar el cuerpo reaprendiendo a sintonizarnos con sus ritmos y sus ciclos que son los mismos de la Tierra, aprendiendo a escuchar lo que nos cuenta cada tensión, cada dolor. El cuerpo es la inmensa biblioteca de todas nuestras vivencias así que es buen momento para que todas estas memorias atrapadas en los tejidos salgan  a la luz y se liberen.

Es tiempo de honrar nuestro cuerpo como un templo, tratándolo con amor y cariño, así como honrar la tierra y el lugar que habitamos para vivir en armonía con él. Es un buen momento para hacer rituales de agradecimiento con nuestro hogar así como el sitio donde vivimos en la actualidad, escuchar, liberar y comprender las memorias y el pasado para vivir en armonía en el presente proponiéndonos construir un futuro diferente creándolo día tras día con consciencia.

En este nuevo ciclo lunar sembramos propósitos de:

  • En el plano físico: cuidar el cuerpo aprendiendo a sentir desde nuestro cerebro instintivo lo que nos hace bien y lo que no, cuidar las digestiones y el descanso, conectarnos con los ritmos y ciclos de la tierra.
  • En el plano emocional: aprender a elegir desde el sentir, escuchar el instinto, respetar nuestra ciclicidad, liberar memorias a través del cuerpo.
  • En el plano espiritual: vivir lo sagrado en lo material, tratar el cuerpo como nuestro templo.

Daniela Caronia, texto de la Agenda LuniS0lar 2023