Esta Luna Nueva se da en el grado 20 del signo Piscis, en conjunción con Neptuno, en sextil a Urano y en oposición a Lilith.

Hay mucha energía de Tierra y Agua en el cielo en este momento que nos ofrece la posibilidad, siguiendo la energía del anterior ciclo lunar, de reforzar nuestra conexión espiritual con la Tierra y con la materia.

Es buen momento para ver cuando rechazamos lo material y terrenal así como todas las obsesiones y apegos que tenemos en este plano para poder reequilibrar nuestra relación con él desde la sacralidad.

La energía de esta Luna es propicia para abrirnos a la conexión espiritual y a la magia de la vida viendo también cuando huimos de lo físico yéndonos a lo mental así como al escapismo espiritual.

Necesitamos aceptar esta dimensión, la 3D, la corporalidad y vivir la sacralidad en ella. Es aquí que hemos venido a encarnar y a aprender, experimentando todas las profundidades y facetas de nuestra humanidad para llegar a abrazarlas con compasión.

Esta es la lección que nos trae Piscis y esta Luna nos brinda la oportunidad de comenzar un nuevo ciclo con este enfoque, proponiéndonos vivir lo sagrado en lo cotidiano y sentirnos totalmente humanos y totalmente divinos a la vez para desarrollar la verdadera compasión.

La conjunción de Quirón con el Nodo Norte en Aries nos lleva a mirar y sentir en profundidad las heridas de nuestro Ser y nuestros demonios interiores reconociendo y abrazando con compasión nuestra humanidad y vulnerabilidad

En este nuevo ciclo lunar sembramos propósitos de:

  • En el plano físico: tratar el cuerpo con amor y sacralidad honrándolo y respetándolo. Darnos masajes, terapias energéticas, baños en agua caliente así como baños de sonido.
  • En el plano emocional: mirar nuestra humanidad y nuestra sombra desde la compasión, conectar con las emociones más profundas desde la escucha.
  • En el plano espiritual: trascender la dualidad bueno/malo, luz/sombra reconociendo que todo está en tod@s.

Daniela Caronia, texto de la Agenda LuniSolar 2024