Esta última Luna nueva del año se da en  Sagitario  en conjunción con Marte cuadrando a Neptuno y en trígono con Quirón.  Esta energía está apoyada a la vez por un gran trígono de Tierra entre Mercurio, Júpiter y Lilith.

Es una Luna que nos empuja a abrirnos a la gran aventura de la vida, de lanzarnos a la búsqueda de nuestro camino de vida y de quienes somos realmente.

Es un momento que nos da el impulso, la acción y el entusiasmo del elemento fuego para abrir nuevos caminos, sacar nuestro lado más aventurero sintiendo confianza en la vida y que todo es posible.

En este tiempo es importante la energía del elemento tierra para que no nos perdamos en ensoñaciones utópicas o en exceso de optimismo sin una base real.  

La tierra nos da la capacidad de concretar, de darle una base sólida y una continuidad a lo que emprendemos siempre que tengamos en cuenta los tiempos y las leyes de la materia. Se trata de soñar en grande y atrevernos pero con los pies en la tierra, aprendiendo a movernos en la realidad material y tangible.

Es un tiempo ideal para todo camino que nos lleve al autoconocimiento y a expresar quienes somos así como todo lo que nos ayude a comprender mejor la vida y abrir nuestra consciencia.

En este momento hay que tener cuidado con los excesos, sobre todo el exceso de confianza y optimismo que nos pueden llevar a no ver las cosas por como son. Por esto la tierra nos ayuda a estar centrados para ver lo que nos hace bien y lo que no, lo que es real y lo que es mentira. La energía impulsiva de este momento puede no hacernos ver si lo que nos mueve es verdadero, así que también es un momento para revisar y cuestionarnos nuestras creencias y nuestra verdad. Es importante que lo que nos mueve esté en alineación con el sentir de nuestro corazón pasando todo por el filtro de nuestra maestría interior evitando seguir a otras personas o doctrinas e ideologías externas.

En este nuevo ciclo lunar sembramos propósitos de:

  • En el plano físico: cuidar nuestra musculatura y el hígado a través del movimiento, disfrutar de la vida con alegría teniendo cuidado con los excesos.
  • En el plano emocional: despertar el espíritu de aventura,  conectar con la confianza en la vida, con nuestro maestro interior y con nuestro propósito de vida.
  • En el plano espiritual: soltar la espiritualidad aprendida para encontrar nuestra propia maestría interior.

 

Daniela Caronia, texto de la Agenda LuniS0lar 2023