El año 2022 se abre con la energía de la Luna Nueva en el signo de Capricornio.
Es una Luna con relativamente pocos aspectos, como la cuadratura con Quirón en Aries y el trígono con Urano en Tauro.
El Sol y la Luna se unen en el signo más espiritual del elemento Tierra para que reconectemos con nuestra sabiduría interior, con nuestras profundidades, nuestras memorias, así como con la memoria profunda de la tierra.
Necesitamos recordar quienes somos, que hemos venido a hacer en esta vida, desmontando todos los falsos personajes que nos hemos construido respondiendo a un modelo impuesto desde fuera, desde la familia y la sociedad.
En lo material, en lo físico y lo tangible tenemos la respuesta.
El Sol, la Luna, Venus y Plutón en Capricornio, así como Urano y el Nodo Norte en Tauro siguen apuntando a que la clave para nuestra evolución como seres humanos pasa por la reconexión con la Tierra y con todos los conocimientos olvidados de la Tierra como la sabiduría de las plantas, de la luna y las estrellas, de los ciclos de la vida.
En nuestra memoria profunda, en nuestras células, así como en la Tierra, en los árboles y en las piedras, está toda la historia olvidada del planeta y todo el conocimiento que necesitamos.
Volvamos a la Tierra, a escuchar la canción de la Tierra, a encontrar las respuestas en lo que nos rodea, en los cuatro elementos, a reconectar con nuestros ciclos naturales.
Cuando observamos la Tierra y escuchamos nuestro cuerpo físico (que es nuestra Tierra) nos damos cuenta de los ritmos y los tiempos de la materia, que no son los mismos de los de la mente. Necesitamos volver a habitar el cuerpo y la tierra desde el respeto de nuestra biología, alineando la mente con el cuerpo y viviendo así con más coherencia interna.
Es un momento para ir despacio, observando y escuchando atentamente tanto nuestro mundo interior como el exterior, entendiendo que uno es el reflejo de otro.
Este tiempo nos pide ir hacia dentro, cultivar la conexión con nuestro ser, estar en silencio. En la quietud y en el silencio es cuando aparecen las respuestas, es cuando podemos escuchar nuestra verdadera voz interior.
En este nuevo ciclo lunar sembramos las semillas de:
- En el plano físico: escuchar el cuerpo y sus ritmos naturales, ir despacio. Cuidar la salud de nuestros huesos, dientes, articulaciones, flexibilizar nuestro cuerpo soltando la rigidez.
- En el plano emocional: conectar con nuestra ciclicidad emocional, permitiéndonos escuchar lo que aparece en cada momento. Cultivar nuestra vida interior buscando el silencio y la introspección.
- En el plano espiritual: conectar con nuestra sabiduría interior, con la sabiduría de la Tierra y del cielo.
Daniela Caronia, texto de la Agenda LuniSolar 2022
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