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En esta Luna Nueva el Sol y la Luna se unen con Saturno en el signo de Acuario, formando cuadratura con Urano en Tauro y sextil con Quirón en Aries.

Como ya vivido en el año anterior, Acuario nos pone el foco en abrirnos a los cambios de la vida, a atrevernos a ser diferentes, a hacer las cosas de otra manera, a experimentar nuevas formas de vivir o de hacer las cosas.

Acuario nos abre a una nueva visión, una visión más global de las cosas que no solo tiene en cuenta nuestro ego o interés personal, sino la gran red universal, nos hace tomar conciencia de que todo está conectado, y cómo las decisiones de cada momento aunque aparentemente insignificantes, crean y tejen la matriz de nuestra vida, cuyas consecuencias a veces solo podemos ver con el tiempo.  Esta Luna nos invita a hacernos responsables y conscientes de nuestros actos y palabras y a ver estos hilos invisibles en nuestra vida que nos han traído hasta el momento actual a vivir la vida que estamos viviendo. 

Mirando hacia atrás podemos ver como nuestra herida de no saber quiénes somos, la necesidad de encontrar nuestro lugar en este mundo nos ha llevado a tomar cierto tipo de decisiones.

En este momento podemos aprovechar la energía para decidir comprender quienes realmente somos, atrevernos a conectar con nuestro ser, con nuestros verdaderos dones y expresarlos en el mundo, saliendo de los moldes que nos hemos impuesto y de lo que se espera de nosotros. 

Es momento de abrirnos a cocrear en grupo, más es importante salir de los viejos roles y dinámicas conocidos, creando nuevas formas y manera de tejer redes y compartir en comunidad. Como seres humanos necesitamos comprender que sólo podemos evolucionar y sobrevivir cuando nos unimos desde una verdadera hermandad, sanando las viejas dinámicas de poder jerárquico. 

En esta Luna el elemento Tierra está muy presente, para que comprendamos los tiempos y las leyes de la materia, de cómo nuestras ideas y nuestros procesos de transformación y sanación necesitan su tiempo para llevarse a cabo y cierta perseverancia y constancia, integrando los ritmos cíclicos de actuar y soltar, hacer y confiar.

En este nuevo ciclo lunar sembramos propósitos de:

  • En el plano físico: calmar nuestro sistema nervioso desde el movimiento corporal, la armonía entre acción y relajación, descansar nuestra vista de las pantallas.
  • En el plano emocional: sanar nuestra herida de sentirnos diferentes, de no encajar, de rechazo buscando ser auténticos y expresarnos por lo que somos. Entregarnos a los cambios de la vida. Abrirnos a compartir en grupo desde la hermandad.
  • En el plano espiritual: conectar con nuestra intuición y abrirnos a escuchar los mensajes del Universo. Sentirnos parte de la gran red universal.

Daniela Caronia, texto de la Agenda LuniS0lar 2022