Esta Luna Nueva se da en el grado 11 del signo Virgo y en oposición a Saturno en Piscis.
A la vez, Marte en Géminis está en cuadratura a Neptuno y Júpiter a Saturno.
Los signos mutables son los protagonistas de este momento y la energía de Virgo nos da la posibilidad de tomar tierra ya que la energía de Géminis y de Piscis nos pueden llevar a mucha confusión y dispersión así como a un exceso de energía mental.
Es un buen momento para la conexión con el mundo de la materia, estar en el momento presente, en el aquí y ahora en lo cotidiano y sobre todo, en la presencia de nuestro cuerpo físico.
Esta Luna nos da la clave para discernir en todo lo que percibimos, sentimos o pensamos lo que es real y lo que no, así como lo que realmente nos sirve y lo que no.
Es tiempo de no dejarnos llevar demasiado por nuestras películas mentales, suposiciones, fantasías si no hay una correspondencia real en la materia. Si nos cuesta discernir, es importante no entrar en bucle y en la obsesión y estar en la escucha del cuerpo y pedir señales en el mundo físico.
Nos viene bien en este tiempo dedicarnos a las pequeñas acciones cotidianas desde la presencia y viviendo cada cosa como un algo sagrado donde nos ponemos al servicio de la vida con humildad soltando el juicio. Virgo nos enseña que cualquier pequeño acto hecho con sacralidad tiene el poder de hacer magia, de cambiar la energía y transformar lo que nos rodea. No es necesario hacer grandes cosas, si cuando cocinamos o limpiamos la casa lo hacemos con consciencia y sacralidad, en nuestro trabajo o con las personas con quienes nos encontramos ponemos una sonrisa o simplemente la presencia, ya estamos sembrando semillas de un mundo más espiritual y consciente.
En este momento nos viene bien estar en contacto con la Tierra aprendiendo a observar y escuchar cómo funciona ya que tiene mucho que enseñarnos a los seres humanos para salir de nuestra disociación mental y volver a estar en armonía con el resto del planeta.
En este nuevo ciclo lunar sembramos propósitos de:
- En el plano físico: cuidar el cuerpo aprendiendo a escuchar nuestro instinto sobre lo que nos hace bien y lo que no, empezar rutinas saludables desde la presencia y consciencia con amor hacia el cuerpo, conectarnos con los ritmos y ciclos de la tierra.
- En el plano emocional: aprender a discernir que situaciones nos hacen bien desde el sentir, soltar la obsesión y el caos mental estando más en la presencia del cuerpo y del instinto, bajar la mente al cuerpo
- En el plano espiritual: vivir lo sagrado en lo cotidiano aprendiendo de la gran sabiduría de la Madre Tierra
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