En esta Luna Nueva el Sol y la Luna se unen en los últimos grados de Tauro formando aspectos favorables con Marte, Neptuno y Plutón en un momento en el que hay bastante tensión en el resto del cielo. Es un tiempo con mucha energía en los elementos femeninos Agua y Tierra que nos hablan de mucho autocuidado, cuidar nuestro cuerpo, nuestras emociones y nuestro niño interior desde un abrazo amoroso y compasivo.

Es un tiempo propicio para conectar con el gozo, con el placer de vivir en la materia, en la tierra y en el cuerpo físico. Para abrirnos al placer es necesario soltar las memorias de dolor enquistadas en el cuerpo haciéndonos consciente de ellas a través de la presencia en el cuerpo.

En este momento la energía nos invita a mirar como tenemos nuestra seguridad interna, para dejar de buscarla fuera apegándonos a cosas materiales, situaciones y relaciones. Si buscamos estabilidad y situaciones fijas estamos bloqueando el flujo natural de la vida que en este tiempo nos lleva hacia el cambio y el desapego, para que deshagamos todo lo que queda viejo, obsoleto y soltemos las viejas pieles que solo nos constriñen y no nos dejan expandirnos.

Es un tiempo de estar en la materia, poner bases y enraizar pero sin aferrarnos y apegarnos si no aprendiendo a contar con nuestros propios recursos personales, nuestra abundancia interior y nuestras raíces en el planeta que son las cosas que nos dan realmente estabilidad y capacidad de mantenernos centrados cuando nos azotan los vientos del cambio.

Así que toca ahora desarrollar la confianza en uno mismo y en la vida, fluyendo con lo que nos trae y manteniéndonos centrados en la presencia del aquí y ahora con los sentidos bien despiertos. Nos ayuda conectar con la sabiduría de nuestra parte instintiva más animal ya que así se agudiza la intuición y la capacidad de discernir lo que nos hace bien y lo que no.

En este nuevo ciclo lunar sembramos propósitos de:

  • En el plano físico: estar en el cuerpo, despertando el instinto y los sentidos y nuestra parte salvaje. Vienen bien la danza y el canto, así como terapias corporales de liberación emocional, el movimiento corporal consciente siempre con una actitud suave y amable sin machacarnos ni darnos palizas
  • En el plano emocional: conectar con nuestros dones y recursos personales, con la seguridad en nosotros mismos, con la abundancia y la plenitud interior.
  • En el plano espiritual: enraizarnos en la Madre Tierra sintiendo que somos sus hijos y que nos sustenta en cada momento con su abundancia.

Daniela Caronia, texto de la Agenda LuniS0lar 2023