Esta Luna Nueva se da en conjunción con Júpiter en el signo de Piscis, y en sextil con Urano en Tauro, en un momento astrológicamente bastante tranquilo, con predominancia de los elementos femeninos Tierra y Agua.

Es un tiempo profundamente espiritual y perceptivo, de entrega a nuestro sentir, a ver las señales en todo lo que nos rodea, a prestar atención al mundo de los sueños. 

Es el momento de vivir lo sagrado en lo material, de ver la magia en todo lo que nos rodea, de vivir en la consciencia del momento. Si miramos con atención podemos ver la geometría sagrada en todo, como todo el universo sigue las mismas leyes y estructuras. Es un momento para conectar con la geometría sagrada, el sonido sagrado, la cristaloterapia para cuidar nuestra salud y reestructurar nuestro campo energético.

Es un buen tiempo para cultivar nuestro interior, nuestra conexión espiritual con la vida sintiendo como el universo está en nosotros, en nuestro interior, en la magia de nuestro átomos, células, que siguen la misma geometría del universo.

Venus y Marte se encuentran en conjunción con Plutón en Capricornio y en aspecto favorable con los Nodos Lunares, lo que indica un momento de honrar la Tierra, honrar la materia y nuestro cuerpo.

Es un momento de unión entre femenino y masculino: el Sol se une a la Luna en Piscis y Marte a Venus en Capricornio, para volver a recordar como sí estas dos energías pueden estar en equilibrio, complementarse y transformarse mutuamente.

Esto pasa por recordar y despertar en el mundo el poder y los conocimientos femeninos que han sido excluidos del mundo generando este desequilibrio y desconexión entre el ser humano y el planeta.

En este nuevo ciclo lunar sembramos propósitos de:

  • En el plano físico: tratar nuestro cuerpo con amor, dulzura, cariño, respeto. Dar espacio al descanso y no hacer, cuidar la salud del sistema nervioso y de los pies. Conectar con el elemento agua a través de baños con sales, baños de pies, beber mucha agua, usar la geometría sagrada para reestructurar el agua.
  • En el plano emocional: escuchar nuestra intuición, nuestras percepciones, los mensajes de los sueños. Despertar la sabiduría de nuestra energía femenina que nos conecta con la vida.
  • En el plano espiritual: conectarnos con la magia de la vida, sintiendo la perfección del universo en nosotros, unir el femenino y el masculino en nuestro interior.

Daniela Caronia, texto de la Agenda LuniS0lar 2022