Escorpio es el segundo signo de agua, representado por los lagos, los pantanos y las aguas subterráneas. Escorpio es un signo muy profundo, relacionado con nuestro lado más oculto, la sombra, el inframundo, y la muerte. Escorpio nos enseña que para llegar a ser nosotros mismos y a comprender nuestro camino necesitamos superar el desafío iniciático de enfrentarnos a nuestra sombra para comprenderla e integrarla, y sacar de ella  nuevos recursos. Escorpio se relaciona también con la sexualidad, con los impulsos más secretos, y nuestros deseos y miedos inconscientes. Si reprimimos y rechazamos nuestras emociones profundas, tendemos a sacarlas a través de la sexualidad, que se convierte en el basurero de nuestra oscuridad no resuelta. De esta manera, la sexualidad se convierte en una descarga, que nos lleva a perder energía y vitalidad y a desarrollar obsesiones, apegos y dependencias. Si conseguimos abrazar y transmutar nuestra oscuridad, también podremos comprender la del otro. Escorpio nos enseña que el otro se convierte en un espejo de todo lo que no queremos ver en nosotros mismos, así que en el momento en que lo resolvemos, podemos ver al otro de verdad tal y como es y de esta manera vivir la sexualidad desde el amor, como una recarga en lugar de una descarga.

Este mes se aconseja trabajar con las emociones profundas, observando las que aparecen sin juzgarlas ni rechazarlas.

Para esta luna se pide:

  • En el plano físico: curaciones de trastornos sexuales y hormonales, problemas de la parte baja de la espalda, problemas de piel y de todas las vías excretoras (uretra, recto y ano, nariz, genitales etc.) .
  • En el plano emocional: sanar los miedos inconscientes, obsesiones y bloqueos sexuales.
  • En el plano espiritual: integrar nuestra sombra transmutándola en oro.