En esta luna nueva, el signo Piscis nos conecta con las profundidades del elemento agua, nuestras emociones y nuestra capacidad de sentir. Piscis rige las aguas de los mares, de los océanos, símbolo del origen de la vida y de la fusión con la unidad, con el todo. En este tiempo de Piscis, nos abrimos a nuestras percepciones, a conectar con lo que sentimos, con el mundo de los sueños y de la magia. Esta luna nos invita a dejar de un lado el juicio de la mente para sintonizar nuestra atención y nuestra escucha hacia lo sutil, lo oculto, lo profundo. Los seres humanos tenemos capacidades extrasensoriales dormidas por estar demasiado en la cabeza, y este momento del año es lo ideal para darnos cuenta de estos dones y desarrollarlos. En este proceso, nos ayuda prestar atención a los sueños, a las imágenes o ideas que nos vienen en momentos de relajación profunda o cuando estamos concentrados en alguna actividad repetitiva cotidiana. Podemos empezar a anotar lo que nos llega y darle espacio. De esta manera, es como nos llegan muchas veces las soluciones a nuestras preocupaciones, las respuestas que buscamos en un determinado momento, ideas nuevas, y no del darle vueltas a la cabeza o pensando racionalmente.
Esta luna nos abre a la empatía, al ponernos en el lugar del otro y al sentir lo que sienten los demás para darnos cuenta de que todos somos uno. Pero lo más importante es que nos conecta con nuestras emociones y nuestro sentir para que reconozcamos nuestras heridas, nuestro dolor y le demos voz y espacio para expresarse. De esta manera, permitimos que nuestras aguas internas fluyan sin estancarse. Y una vez expresado nuestro drama sin juicio, va perdiendo fuerza y podemos ver las cosas de otra manera e incluso reírnos de ellas. Aprender a reconocer y expresar nuestras emociones nos da madurez, salud y sabiduría.
Para esta luna pedimos:
- En el plano físico: curación del sistema nervioso, hígado, trastornos del sueño y de problemas en los pies.
- En el plano emocional: conectar con nuestras emociones y aprender a expresarlas en el momento. Empatizar con nosotros mismos. Escuchar nuestra intuición profunda y nuestras percepciones.
- En el plano espiritual: vivir desde el sentir, escuchando los mensajes de la vida en todo lo que nos rodea.
Daniela Caronia
Imagen: Lola Ortega http://mairielarte.es
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