Esta primera luna nueva del año coincide con un eclipse parcial de Sol en Capricornio.

Capricornio es el signo más espiritual del elemento Tierra, relacionado con el materializar, crear algo duradero para la posteridad, el trabajo, la responsabilidad,la estructura social, y también con la herencia y el árbol familiar y social. En la naturaleza se encuentra en las rocas, las montañas y en las entrañas de la tierra con sus yacimientos de minerales y fósiles.

En esta Luna salen a la luz patrones antiguos de nuestra historia personal y sobre todo colectiva relacionados con el exceso de moralismo, reglas, responsabilidades y trabajo que nos hacen olvidar lo más importante: el sentir, la comprensión y la compasión. Nuestra sociedad actual está construida en unos principios que sirven para funcionar con eficiencia pero no tienen en cuenta nuestra parte humana y natural. En esta luna tenemos la oportunidad de comprender que nuestra humanidad es lo que nos hace grandes y no se puede dejar fuera de ningún aspecto de nuestra vida. Tenemos la oportunidad de dar un cambio profundo en la estructura de nuestra sociedad empezando a relacionarnos con todo el mundo material desde la emoción, el compartir. Trabajar no solo desde el deber y cumplir si no conectando con nuestro ser, sacando nuestro potencial creativo y respetando nuestro ciclos vitales y creativos. Solo de esta manera podemos generar verdadera abundancia y sentir plenitud en nuestra vida.

En este mes se aconseja meditar en qué aspectos de nuestra vida hay un exceso de frialdad, donde actuamos desde el deber o lo que creemos justo y no desde lo que sentimos. Es ideal centrarnos en conectar con la emoción para dejarla fluir en todo lo que hacemos.

Para esta luna pedimos:

  • En el plano físico: sanación de huesos, articulaciones, sistema linfático, rigidez física
  • En el plano emocional: conectar con nuestras emociones y manifestarlas de manera sana, para que nos guíen en todo aspecto de nuestra vida. Amar nuestro trabajo sintiéndolo como una aportación al mundo y poner corazón en todo lo que hacemos.
  • En el plano espiritual: encontrar nuestro propósito y sitio dentro de la sociedad y de la familia humana

(Texto: Daniela Caronia http://www.aguadeluna.net Imagen: Lola Ortega http://mairielarte.es )