El martes 12 de noviembre es la luna llena en el signo de Tauro a las 15:08 hora española.

La Luna, en conjunción con Vesta, se opone al Sol y a Mercurio retrógrado en Escorpio. Marte en Libra está en cuadratura con Plutón en Capricornio, y Neptuno en Piscis en cuadratura con Venus en Sagitario. Estos son los aspectos más tensos de esta Luna, pero por otro lado hay unos cuantos aspectos favorables, entre los cuales se encuentran el trígono de la Luna y el sextil del Sol con Saturno y Plutón y el trígono del Sol y Mercurio con Neptuno y Lilith.

Esta Luna revela y lleva a la luz nuestro lado más conservador que quiere que todo siga igual, nuestros apegos y dependencias  que nos impiden abrirnos a los cambios, entregarnos al flujo de la vida y a entender los ciclos de muerte y renacimiento. Ésta es la lección del tiempo de Escorpio, la del ave fénix y la de los procesos de iniciación. Para seguir creciendo y evolucionando en nuestra vida necesitamos dejar morir las viejas partes de nuestro ser que ya no nos sirven y que sólo nos encierran y limitan. Soltar es lo que nos permite avanzar más ligeros en nuestro viaje por la vida. Ésto implica también dejar caer todas las viejas estructuras rígidas, las viejas formas de pensar y de estructurar la vida en todos sus aspectos desde la familia, el trabajo, las asociaciones y la sociedad misma. Estamos viviendo un cambio grande tanto a nivel personal como global, donde todo lo que no está equilibrado, todo lo que está movido por dinámicas de poder y explotación sale a la luz para ser transmutado.

La energía de los planetas en esta Luna también nos conecta con nuestra intuición y percepciones profundas, despertando nuestro instinto animal para ver las cosas por como son, no dejarnos manipular o engatusar por la apariencias o por palabras bonitas.

Hay una parte dentro de cada uno de nosotros salvaje y rebelde que necesita salir a la luz. Esta parte que hemos tenido encerrada bajo llave para ser niños buenos, ser aceptados y evitar problemas. Hemos aprendido que esta parte era mala y teníamos que ocultarla. Y así nos hemos desconectado de nuestro instinto que sabe cuándo hay peligro, qué personas o situaciones evitar y que sabe cual es la dirección correcta en nuestra vida. Necesitamos rescatar esta parte de nosotros mismos viendo como realmente nos beneficia, aunque socialmente puede resultar incómoda. Si aprendemos a verla con otros ojos y darle el valor que se merece, las críticas de los demás ya no nos afectarán y podremos vivir más auténticos, con los sentidos bien despiertos para guiar nuestra vida. 

La invitación para esta Luna es celebrarla desde el gozo, despertando nuestro lado salvaje a través del canto, de la danza, del disfrute del cuerpo y de todos  los sentidos.

Daniela Caronia http://www.aguadeluna.net

Imagen: Lola Ortega http://mairielarte.es