Este jueves 12 de diciembre tenemos la última luna llena del año en el signo de Géminis.

La energía de esta luna es un guiño a parte de la energía del 2020 en el que los nodos lunares pasarán del eje Cáncer-Capricornio a Géminis-Sagitario, en un escenario dominado por los planetas en Capricornio.

Esta luna, que forma una T cuadrada con Neptuno en Piscis y el Sol en Sagitario, nos habla de la importancia de tener claridad mental y tener la mente despejada y centrada en el aquí y ahora, porque si no el idealismo de Sagitario y Piscis nos pueden llevar a un exceso de optimismo sin ver las limitaciones materiales o a tener proyectos o ideas demasiado desmesuradas.

El tiempo Sagitariano nos trae confianza, optimismo, entusiasmo, y Neptuno en Piscis una necesidad de soñar en grande pero la Luna en Géminis nos recuerda que si a nivel mental tenemos creencias limitantes o caos mental podemos caer en el error de no ver la realidad como es y autoengañarnos. Marte desde Escorpio nos ayuda a ver en las profundidades, a tener el valor de ver la verdad de las cosas, a comprender cómo es el inconsciente el que guía realmente nuestra vida y que aunque utilicemos afirmaciones positivas si en nuestro inconsciente tenemos una creencia limitante sin trabajar no vamos a conseguir lo que nos proponemos. Así que el trabajo está en mirar y observar las profundidades de nuestra mente encontrando lo que realmente nos limita internamente en lugar de culpar lo que pasa afuera.

Esta Luna tiene una predominancia del elemento Tierra por los planetas en Capricornio (Venus, Júpiter, Saturno, Plutón, Ceres y el Nodo Sur)  y Urano y Vesta en Tauro. Esta tierra nos recuerda la importancia de darle una base y una estructura a nuestras ideas y proyectos, poner constancia, compromiso y aplicación a lo que hacemos y un sentido práctico.

Es importante que pongamos esto al servicio de hacer lo que sentimos que nos hace vibrar el corazón, lo que sentimos que es nuestro propósito del alma, o caeremos en los viejos patrones capricornianos: o bien hacer las cosas desde la estructura, el deber, la rigidez, que nos deshumaniza y nos convierte en máquinas o bien hacerlas desde la ambición y la codicia que nos lleva a las luchas de poder de siempre y a cerrar el corazón al compartir con los demás. 

Esta Luna nos recuerda la importancia de abrirnos a un propósito mayor, sintiendo que lo que hacemos aporta algo al mundo y da sentido a nuestra existencia. En 2020 tendremos la oportunidad de materializar este propósito y la energía nos acompañará siempre que estemos alineados con él  creando algo que beneficie y respete no solo a nosotros mismo si no a la humanidad y al planeta.

Daniela Caronia http://www.aguadeluna.net

Imagen: Lola Ortega http://mairielarte.es