Este Sábado 18 de mayo es la Luna Llena en Escorpio. La Luna se encuentra en oposición al Sol y Mercurio en Tauro y el Nodo Norte en Cáncer opuesto a Saturno, Plutón y Nodo Sur retrógrados en Capricornio. A la vez el Sol y Mercurio están en trígono con los mismos planetas en Capricornio. Tanto la Luna como el Nodo en signos de Agua empujan a salir de la zona de confort, de los apegos, la estabilidad y la estructura de los signos de Tierra, para empezar a fluir con la vida desde el sentir.  Casi todos los planetas (excepto Júpiter y Quirón) se encuentran en los signos femeninos de Agua y Tierra.

Son momentos para escuchar estos dos elementos en nosotros, y en el mundo que nos rodea.

Las aguas nos piden limpieza y fluidez. La Tierra nos pide respeto para el cuerpo, para la naturaleza y la vida misma.

Los planetas retrógrados en Capricornio nos exigen una revisión del pasado, de la historia, de nuestras raíces para liberarnos de los patrones de rigidez y de opresión sobre todo de lo femenino.

Esta Luna pide a gritos reconectar con los aspectos ocultos de lo femenino, con lo salvaje, con el cuerpo, con el mundo de la sombra, para dejar morir todo lo que ya no es, lo que no es verdad, lo idealizado. La Luna Llena en Escorpio nos permite ver más allá de las apariencias, ver la cruda verdad de las cosas para darnos cuenta de lo que sentimos realmente y ver qué partes de nosotros olvidadas necesitan salir a la luz. Escorpio nos pide una limpieza de nuestras aguas profundas, de nuestras emociones, permitiendonos en cada momento conectar con lo que sentimos sin rechazar nada. Estas emociones oprimidas reflejan nuestras verdaderas necesidades, una parte de nosotros que necesita ser escuchada, vista y expresada, porque en ella se encuentran también dones y talentos que nos guían hacia nuestro propósito de vida. Por esto necesitamos reconocerlos y verlos bajo otra luz, dejando morir la vieja imagen de nosotros mismos que nos da seguridad y aceptación social pero refleja un personaje artificial. Todos necesitamos reconectar con esta parte auténtica de nosotros mismos que va conectada con lo femenino oscuro y salvaje, aspecto que ha sido reprimido y condenado durante siglos. Reprimirlo en nuestro interior y en el mundo lleva a una profunda desconexión y separación de la mente de la materia.

El eje Tauro-Escorpio rige el mundo de la materia y la sexualidad, como símbolo de  vida-muerte, la energía vital de la sexualidad que lleva a perpetuar la vida y la energía de la muerte en el éxtasis de la unión.

Necesitamos volver a reconectar con la energía de la sexualidad desde la unión sagrada, en lugar que desde la carencia, el apego y la obsesión mental. Todos llevamos internamente un conocimiento profundo y antiguo sobre la sexualidad sagrada, pero estamos condicionados por lo aprendido en esta vida por la sociedad o por las personas con las que nos hemos relacionado hasta ahora que estaban más pérdidas y desconectadas que nosotros mismos. Necesitamos encontrar esta sabiduría dentro de nosotros mismos desde la escucha profunda. Nadie sabe más que nosotros el camino.

Este tiempo nos pide conectar con el cuerpo, con el gozo, el placer que nos ofrece el plano de la materia, llenarnos de la belleza de la naturaleza y su abundancia, disfrutar del tacto, del contacto con todo lo que nos rodea desde el respeto y el amor, sin apegarnos sino fluyendo con lo que la vida nos trae en cada momento desde la gratitud.

Daniela Caronia http://www.aguadeluna.net

Imagen: Lola Ortega http://mairielarte.es