En este año 2023 tenemos unos cambios planetarios importantes que interesan Júpiter, Saturno, Plutón y los Nodos Lunares.
El año 2023 se abre con la energía de Mercurio retrógrado en Capricornio, donde también se encuentran Venus en conjunción con Plutón en oposición con Lilith en Cáncer.
Ya es la última conjunción entre Venus y Plutón en el signo de Capricornio finalizando un ciclo de conjunciones que empezó a finales de 2009, abriendo el camino de despertar de la energía femenina. Plutón en Capricornio nos ha traído un desmontar progresivo del patriarcado, sacando a la luz del pasado todo lo que necesitaba ser liberado y había sido acallado y censurado durante siglos a la vez que nos ha traído la vuelta de los antiguos conocimientos relacionados con lo femenino y con la tierra. Esta conjunción nos habla del mito de la Diosa Sumeria Inanna, que bajó al inframundo para encontrarse con su sombra, morir y renacer como Diosa completa de los cielos y del submundo. Este mito nos habla de lo que ha pasado en nuestra historia, del desaparecer de lo femenino del mundo para quedarse en el inconsciente y de cómo ahora es el tiempo de esta vuelta de la Diosa y de lo femenino desde un lugar de integración de la sombra. Este año nos ofrece la posibilidad de completar este proceso tanto a nivel individual como colectivo.
Plutón entrará en Acuario el 23 de Marzo hasta el 11 de Junio, cuando vuelve a Capricornio hasta enero 2024 y ya entrará definitivamente en Acuario para los próximos 20 años. Plutón toma el relevo a Saturno que ha estado más de dos años transitando por Acuario y que finalmente entra en Piscis el 7 de Marzo. En este comienzo de la era de Acuario, Plutón nos mete más en las profundidades de la energía de Acuario para ver toda la sombra del progreso, la tecnología, la ciencia, lo colectivo para que veamos lo que realmente nos aleja de nuestra humanidad y de vivir en armonía con el planeta. Plutón nos permite ver todos los patrones y memorias inconscientes que nos impiden construir en lo colectivo tejidos sociales, comunidades, grupos basados en una verdadera igualdad y hermandad.
Saturno en Piscis nos trae la lección de conectarnos con el sentir, con la compasión, la empatía hacia todo lo que nos rodea así como con nosotros mismos. Necesitamos ver nuestro sentimiento de separación y de soledad que hace que creamos barreras hacia los demás, viéndolos como enemigos. En este año 2023 hay mucha energía de Aries, que puede agudizar este sentimiento de lucha, el conflicto por sobrevivir.
Júpiter pasa de Aries a Tauro el 16 de Mayo, mientras que en Julio cambia el eje nodal de Tauro-Escorpio a Aries-Libra. Este año tenemos 4 eclipses entre estos dos ejes: en primavera tenemos dos lunas nuevas en Aries, la segunda con eclipse solar seguida por un eclipse lunar en Escorpio, mientras que en otoño tenemos un eclipse solar en la Luna Nueva en Libra y un eclipse lunar en la luna llena en Tauro.
Así que en este tenemos bastante energía de los primeros dos signos Aries y Tauro: estos dos signos nos hablan de la energía vital, del primer chakra, del anclaje y enraizamiento en este mundo a través de nuestro cuerpo y la seguridad en nosotros mismos. Es un año caracterizado por la búsqueda de quienes somos viendo los mecanismos de supervivencia que nos han hecho construir corazas, máscaras y personajes. Necesitamos redefinirnos, reafirmarnos para aprender a mostrarnos al mundo desde nuestro Ser más auténtico, a manifestar nuestras necesidades, y encontrar la verdadera seguridad en nuestro interior y no en el exterior. Todo este proceso puede desencadenar conflictos, rabia acumulada así que es importante reconocer todas estas emociones desde la auto escucha y la compasión y aprender a protegernos y poner límites desde nuestro centro y nuestra conexión con lo que nos dice nuestro instinto y sentidos.
Este año nos trae el desafío de conectar con nuestro Ser, nuestra unicidad y expresarla en el mundo a la vez que nos conectamos con lo que nos rodea desde la consciencia de que todos somos uno, y que todos somos niños heridos que vivimos desde la herida hasta que no tomamos consciencia y nos hacemos cargo de ella. Cada uno tenemos nuestro proceso y nuestros tiempos así que es importante que respetemos esto a la vez que también aprendamos a poner límites sanos desde el amor y el autorrespeto.
Lo mejor que podemos hacer es cada uno enraizarnos en nuestro Ser, ver nuestras heridas, inseguridades y falta de valoración para sanarlas primero internamente y aprender a relacionarnos desde la autenticidad, dejando de proyectar fuera los conflictos que tenemos dentro.
Júpiter en Tauro nos trae la posibilidad de expandirnos a través de la conexión con el gozo, el placer de vivir en la materia, en nuestro cuerpo y en el planeta, así que es un buen momento para escuchar nuestro cuerpo y la sabiduría de nuestros instintos así como conectar con la Tierra sintiendo que nos sostiene con su abundancia en cada momento. Tenemos la posibilidad de sanar la carencia interna que nos hace acumular cosas materiales y aferrarnos a ellas para llenar un vacío interior, conectando con la plenitud que está en todas partes haciendo que no necesitemos poseer ni aferrarnos desde el apego, si no disfrutar y compartir haciendo circular la energía de la abundancia.
Es tiempo de sentirnos merecedores de recibir de la vida a la vez que abrirnos a dar desde el desapego, sabiendo que la vida nos compensa por otro lado.
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