El año 2020 se abre con una fuerte presencia de planetas en Capricornio en oposición al Nodo Norte en Cáncer. Júpiter, Mercurio y el Sol se encuentran en conjunción con el Nodo Sur y Saturno en conjunción con Plutón.
Esta energía sigue la onda del 2019 y parte del 2018 cuando los nodos entraron en el eje Cáncer-Capricornio.
En el año 2020, la energía del eje Cáncer-Capricornio va dando el paso a la energía del elemento aire, especialmente el signo Géminis, donde entrará el Nodo Norte la energía de Acuario tanto por numerología del año que por la entrada de Saturno en Acuario.
Saturno entra en Acuario por primera vez en marzo, pero en julio vuelve a Capricornio hasta diciembre, cuando vuelve a Acuario seguido por Júpiter.
En este año tendremos dos lunas llenas en Cáncer, que abren y cierran el año, y dos lunas nuevas en Cáncer en verano mientras que no hay luna nueva en Capricornio.
También habrá dos eclipses de Luna y uno de Sol en el eje Cáncer-Capricornio, y dos eclipses lunares y uno solar en el eje Géminis-Sagitario.
Se sigue completando el trabajo de la vuelta de los conocimientos olvidados relacionados con lo femenino. Seguirá tomando fuerza cada vez más el redescubrimiento del valor de lo femenino oscuro y olvidado con toda su sabiduría de conexión con la vida, con la tierra.
La misma tierra, que contiene la memoria de la historia de la humanidad en sus entrañas, seguirá dando nuevos hallazgos que cambian la versión de la historia de la humanidad que nos ha sido transmitida hasta ahora. En esta versión de la historia transmitida por el patriarcado, lo femenino estaba totalmente olvidado, y todas las grandes mujeres de la historia descalificadas por locas, brujas o prostitutas. Estas armas han sido las que se han utilizado hasta ahora para negar el poder de lo femenino y para poner a las mujeres la una en contra de la otra. Porque la verdadera fuerza de lo femenino viene de la unión, de la hermandad, del círculo. Ya es hora de que vuelvan a ser la base de la sociedad. Volver a la tribu, donde los valores base son el amor, el respeto, la comunicación, el cuidado mutuo, la libre expresión del sentir, la conexión con la naturaleza y con el cuerpo.
Este es el camino que los astros nos muestran para nuestra evolución como especie humana. Y para esto entramos en el resto de la energía del año, la energía mental.
Este año nos pone delante de nuestro patrones de escapismo mental y espiritual. Cómo huimos de la vida, de la materia, de lo femenino, para estar en la mente, y en el mundo de arriba, perdiendo la conexión con el aquí y ahora. Hay dos desviaciones de esta energía mental: por un lado un exceso de racionalidad, que ha dominado los últimos siglos de nuestro mundo llevando al progreso científico y a unos conocimientos fríos que realmente no benefician a la humanidad, por crear un estilo de vida que no tiene en cuenta nuestra verdadera esencia, nuestras emociones, nuestras necesidades.
Por otro lado, la espiritualidad que ha dominado el mundo a través de las religiones y de las corrientes filosóficas y espirituales de la nueva era es una espiritualidad de la mente, del cielo, que nos lleva a escaparnos hacia arriba olvidándonos de lo de abajo, despreciando la materia y las emociones. Todo esto genera muchos bloqueos y sombra, porque hemos encarnado en esta dimensión material y tenemos emociones que nos hacen humanos; negarlos solo hace que se alimente nuestra sombra y se proyecte en las situaciones de nuestra vida cotidiana. Estar presente en el aquí y ahora tomando consciencia de lo que nos pasa nos ayuda a salirnos de nuestras películas mentales y del autoengaño y las mentiras que hacen que pensemos que somos luz y amor sin haber hecho un trabajo real de profundización. Este año nos enseña que lo que es arriba es abajo, y que necesitamos trabajar tanto con nuestras profundidades ocultas, con nuestra sombra, con la materia y lo oculto así como con nuestra mente y nuestra conexión con el mundo celeste para integrar ambas energías en nosotros y encontrar el cielo en la tierra, y vivir la vida que nos toca vivir en la presencia. La imagen que mejor representa este trabajo es el árbol del mundo, el Axis Mundi: el árbol conecta el cielo con la tierra; su verdadera fuerza, que inspira su crecimiento hacia arriba, viene de las profundidades de sus raíces. La invitación para este año es aprender de la sabiduría de los árboles para florecer y crecer hacia el cielo. Necesitamos alimentar nuestras raíces, dejar que crezcan en las profundidades de la tierra de donde sacan el alimento y donde se entrelazan en una red de comunicación con el resto de árboles, apoyándose mutuamente en su crecimiento, silenciosamente, pero con fuerza y constancia.
Ritual para el cambio de año
Para todos los que habéis estado haciendo el ritual de Luna Nueva que os propongo mensualmente en la Agenda LuniSolar el día 31 es buen momento para ir leyendo los propósitos de cada Luna Nueva para ver que se ha cumplido y que no. Agradece los logros y despídete de lo que no ha podido ser. Quema los papelitos en tu caldero o una olla. Aconsejo tener un caldero para este propósito, representa la energía transformadora de la Diosa oscura, la anciana sabia, las entrañas de la tierra donde todo es transformado y transmutado. Las cenizas puedes devolverlas a la tierra o al agua, para que vuelvan a ser parte del ciclo de la vida.
Construye un laberinto en espiral, bien con un hilo o con unas velitas, de manera que puedas andar a través de él. A lo largo del recorrido pon unos pequeños objetos como piedrecitas, hojas, flores. En el centro pon una velita. Entra en el laberinto con la conciencia puesta en el año pasado, repasando las vivencias y cada vez que tengas un bonito recuerdo coge alguno de los objetos del recorrido agradeciendo los buenos momentos. Llegada al centro, pon las manos en tu corazón y mirando la luz de la velita, que representa la luz de tu interior, haz una pequeña oración de agradecimiento. Cuando acabes, recorre el laberinto hacia la salida despidiendote del año. Guarda los objetos en una bolsita como amuleto.
Pasada la medianoche, ya empezado el 2020 puedes encender otra vela, que representa el nuevo año que comienza, y escribir una lista de propósitos para el año. Que sueños quieres cumplir este año? Que quieres encender en tu vida? Cual es el más profundo deseo de tu corazón?
Os deseo para este 2020 encontrar vuestro propósito de vida y materializar vuestros proyectos desde el gozo, la ilusión y la alegría de danzar la vida
Daniela Caronia
Imagen: Lola Ortega http://mairielarte.es
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