El jueves 7 de mayo la Luna se encuentra en su fase llena en el signo de Escorpio.

Esta luna ilumina todo lo que está oculto, lo más profundo

Nos reconecta con las partes olvidadas de nosotros mismos: la parte menos racional y más intuitiva, instintiva, la mente mágica. Este tiempo nos pide escuchar nuestra intuición más profunda.

Durante siglos los seres humanos nos hemos desconectado de la tierra separando la mente racional de la intuitiva. Ha sido el triunfo del hemisferio izquierdo sobre el derecho. Así que todo lo que no es de hemisferio derecho y no es lógico y racional ha sido directamente negado y despreciado. Esto ha provocado un gran desequilibrio, tanto dentro del ser humano que con el planeta. Este camino nos está enseñando que nos lleva hacia la autodestrucción, así que necesitamos empezar a ver la otra parte de la realidad que hemos negado, tanto la física y corporal como la más invisible, inconsciente y oculta.

Pensamos que vivimos desde la razón y no nos damos cuenta de que realmente nuestra vida está guiada por el inconsciente, que desconocemos. 

Esta Luna nos invita a abrirnos a explorar los territorios ocultos, el mundo de lo invisible, empezar a darnos cuenta de cómo funciona nuestro inconsciente, de cómo influye en nuestra vida. 

Esto se puede ver por ejemplo en la comunicación: más importante que lo que decimos, aunque lo escojamos desde la mente, es la intención y el lenguaje corporal e inconsciente. 

Esta Luna nos pide atender al cuerpo, que es la manifestación de nuestro inconsciente: es buen momento para observar que comunica nuestro cuerpo en la postura, en los gestos, en la forma de moverse. Así comprendemos que cada señal física es un mensaje de algo que necesitamos ver y atender, en lugar de buscar apagar y seguir con nuestra vida puramente mental. 

El cuerpo es nuestro gran aliado ya que nos saca de la dinámica frenética de un estilo de vida que realmente no nos hace bien. En lugar de preocuparnos cuando nos pasa algo físico y de vivirlo como un obstáculo a nuestros planes que tenemos montados en nuestra cabeza, necesitamos ver que nos está tratando decir, porque probablemente nos está señalando otro camino y dirección, otra manera de vivir que sea mucho mejor para nosotros.

Atender al cuerpo también nos lleva a revisar la relación que tenemos con la materia, a ver cuando la rechazamos o la vivimos desde la ansiedad, apegandonos a cosas o situaciones para llenar un vacío interno. Todo esto se refleja en bloqueos con el dinero, problemas o adicciones con el sexo y la comida.

Necesitamos revisar desde donde nos nutrimos y buscamos el placer, si es desde este vacío y empezar a buscar otras maneras para vivirlo desde el gozo, la plenitud y el amor hacia nosotros mismos y los demás.

Os deseo para esta luna llena conectar con el gozo profundo que viene de amar y honrar nuestro cuerpo y la materia. Nuestro día a día puede cambiar enormemente si  vivimos cada momento como algo sagrado, sacralizando cada acto que realizamos desde las pequeñas tareas cotidianas.

Daniela Caronia

http://www.aguadeluna.net

Imagen: Lola Ortega http://mairielarte.es