El viernes 10 de enero es la primera Luna llena del año en el signo de Cáncer y va acompañada de un eclipse parcial de Luna. Esta Luna sigue con el ciclo de eclipses en el eje Cáncer-Capricornio, que se cierra con la primera Luna nueva de Cáncer en junio y la Luna llena de Capricornio de julio. El resto de eclipses del año 2020 ya se darán en el eje Géminis-Sagitario.

Un eclipse de Luna se da cuando la Tierra está alineada entre el Sol y la Luna, proyectando su sombra, en este caso sólo parcialmente, en la Luna.

En este momento también hay un stellium en Capricornio con la conjunción entre Sol, Mercurio, Saturno, Plutón y Ceres, en oposición a la Luna, y por otro lado la conjunción entre Júpiter y el Nodo Sur en Capricornio.

En esta Luna, es el elemento Tierra el que predomina, la tierra de Capricornio, que vela la luz de la Luna en Cáncer, el mundo de las emociones, recordándonos que es el momento de madurar, de responsabilizarnos de nuestros actos y de nuestra vida dejando de vivir guiados por las heridas y necesidades de nuestro niño interior.

Es el momento de mirar a nuestras respuestas emocionales dándonos cuenta de dónde vienen para sanarlas.

Es importante darnos cuenta de cuando nos volvemos amorosos y amables con los demás, ayudando a los demás desde nuestras carencias internas, desde nuestra necesidad de ser amados, aceptados, sentirnos útiles e importantes. Desde este lugar asumimos cargas que no nos corresponden, sentimos que sin nosotros el mundo se va a a caer y entramos en una espiral de hacer sin sentido que nos esclaviza y nos atrapa. Es el momento de reconocer estas dinámicas en nuestras vidas, como nos autoencarcelamos en situaciones donde no estamos y no actuamos desde el corazón y desde nuestro sentir sino desde el deber y la necesidad.

La energía de esta Luna nos lleva a dejar de victimizarnos, de culpar a los demás, las circunstancias, la vida y reorientar toda esta energía que nos lleva a la frustración, a la obsesión, a la amargura y a la depresión hacia la creación de la vida que queremos realmente. Esta Luna nos pide la madurez de asumir las consecuencias de nuestras decisiones, de cómo nos enfrentamos a la vida y de nuestra actitud ante los acontecimientos. Toda la energía de Capricornio de este momento nos ayuda siempre que nos pongamos con perseverancia y tenacidad y con la intención de construir la vida que queremos para nosotros. Para comprender qué es lo que realmente queremos construir es necesario parar, ralentizar, observando y cuestionandonos donde estamos, que estamos haciendo, por qué y para qué.  Es necesario revisar si las bases sobre que hemos edificado nuestra vida son sólidas o si estamos viviendo desde el hacer, el deber, la rigidez o lo que se supone que hay que hacer. Si no nos paramos a revisar la vida nos va a parar de alguna manera, y el desafío de este tiempo es tener la sabiduría de agradecer y aprovechar estos momentos para crear una mejor versión de nosotros mismos y de nuestra vida. 

A un nivel más global, esta Luna sigue con el trabajo de los nodos en Cáncer-Capricornio del despertar de la energía femenina en el mundo, para que caigan las viejas estructuras patriarcales de poder, dominación y explotación para ir hacia un mundo más sostenible para los seres humanos y para todo el planeta. El camino pasa por el reconectar con la vida, sus ciclos, la naturaleza y sus leyes, para comprendernos mejor y comprender qué es realmente lo mejor para nosotros. Y para esto nos ayuda la sabiduría de los antiguos conocimientos olvidados de nuestros ancestros, todos los que nos ayudan, como la astrología, a entender el lenguaje y el funcionamiento de la vida, para vivir más acorde a ello.

Daniela Caronia

http://www.aguadeluna.net

Imagen: Lola Ortega http://mairielarte.es