El año 2019 está fuertemente marcado por la energía del eje Cáncer-Capricornio. Esta energía ya ha empezado a manifestarse en 2018, solapándose con la del eje Leo-Acuario, el eje del poder, del liderazgo y el brillo personal, que veníamos viviendo desde el 2017.

Los elementos dominantes de este nuevo ciclo son Agua y Tierra: el año se abre con la Luna y Venus en Escorpio, Quirón y Neptuno en Piscis y el Nodo norte en Cáncer, para el elemento Agua, Sol, Saturno, Plutón y Nodo Sur en Capricornio, para el elemento Tierra. El 2019 tiene también una importante influencia del signo Sagitario, tanto por numerología siendo un año 3, como por la presencia hasta diciembre de Júpiter en este signo.

Después de los últimos dos años tan densos, de muchos cambios tanto internos como externos, vuelve el optimismo, el deseo de expansión, de explorar nuevos caminos, de volver a soñar esta vez más en grande, mejor y más acorde a lo que hemos descubierto que somos. La luz de nuestro brillo interior (Leo) que hemos ido alumbrando en los años pasados se transforma ahora en un cometa, un faro (Sagitario) que ilumina y guía nuestros pasos indicándonos el camino a seguir, el propósito de nuestra existencia.

En 2018 el eje Cáncer-Capricornio nos ha guiado en el trabajo de descubrir los patrones familiares, las fidelidades y los legados que nos estaban condicionando impidiendonos ser quienes somos. Por otro lado hemos estado redescubriendo antiguas memorias, y sabidurías olvidadas de nuestro antepasados para que estos conocimientos vuelvan al mundo. Estamos viviendo el retorno de disciplinas antiguas como la astrología, la numerología, la cábala, la aromaterapia y el conocimiento de las plantas, de los cristales y muchas más, que se habían mantenido hasta ahora considerandolas como algo trivial, siendo menospreciadas. Muchos de estos conocimientos iban asociados a lo femenino, custodiados por sacerdotisas, brujas, chamanas, curanderas así que estamos asistiendo a una vuelta al mundo tanto de lo femenino como de los conocimientos que a ello van asociado.

El 2019, tan dominado por los dos elementos femeninos Agua y Tierra nos habla de este retorno en todos los niveles de la sociedad. En este año redescubriremos el placer sencillo de estar con nuestros seres queridos, nuestra familia de sangre o del alma construyendo nuevas relaciones desde el compartir, el apoyo, la solidaridad, el respeto y el cuidado mutuo, como en las antiguas tribu. Necesitamos volver al sentimiento de tribu, no para encerrarnos en ella  discriminando los otros, si no para redescubrir nuestra humanidad, nuestra necesidad de compartir, de estar juntos, de recibir la sabiduría de los más mayores, sin considerarles inútiles y una carga para la sociedad, criar a los niños en colectividad para que las madres no se sientan solas y perdidas. Necesitamos un cambio profundo en la sociedad, en el mundo del trabajo hacía esta humanidad. El viejo modelo de productividad y exigencia que ha regido el mundo en estos últimos siglos llevándonos a la explotación del planeta y de las personas necesita transformarse hacia un modelo más acorde a nuestra naturaleza humana cíclica, emocional, familiar. En marzo Urano volverá a Tauro guiándonos hacia un retorno a la madre Tierra y a lo femenino concienciandonos hacía como tratamos lo femenino dentro de nosotros mismos y en el mundo. La explotación empieza en uno mismo cuando no respetamos nuestro cuerpo, nuestras emociones y nuestros ciclos. Nos explotamos cuando nos exigimos estar siempre al máximo, en el dar, en la acción y hacia el exterior.

Este año nos pide volver hacia dentro, hacia la escucha interior, de nuestro cuerpo, de nuestras necesidades reales y pasar más tiempo en la naturaleza, reconectandonos con sus ciclos, incluso en la ciudad podemos observar los árboles, el cielo, el Sol y la Luna que nos guían con sus ciclos para comprender la vida. Allí está escondida la más gran biblioteca de conocimiento universal, en la observación de la naturaleza y en la escucha de nuestra voz interior, realmente si aprendemos a escuchar no necesitamos nada más.

Para este 2019 os deseo encontrar vuestro camino y propósito de vida, vuestra familia del alma con quien compartir y disfrutar momentos juntos y poder conectar con la naturaleza sintiendoos arropados, nutridos y sostenidos por ella.

(Daniela Caronia)